domingo, 8 de junio de 2014

22 IDEAS PARA REUTILIZAR LOS "PALES"O TARIMAS USADAS PARA EL TRANSPORTE DE CARGA

En el mundo de hoy, que todo se transporta grandes distancias, es común la imagen de pallets o pales como seria mas correcto en nuestro idioma, podemos verles a las afueras de las naves industriales, comercios, vertederos y hasta al lado del contenedor de basura en  nuestra calle, ya pasan a ser parte del paisaje urbano, pero son un valioso recurso. Esta galería de imágenes es para que puedan hacerse una idea y usar como base para sus propios proyectos.






Los pales normalmente son de madera, dado su bajo precio muchos sitios simplemente los tiran, aunque no son de una madera noble, son un excelente materia prima para la construcción de muebles rústicos y diferentes que dan un toque único y ecológico a nuestro hogar.







Para la construcción de estos muebles solo hace falta, un poco de imaginación, serrucho, o sierra eléctrica, clavos, adhesivo de montaje, lija, pintura y algo de trabajo. 







La madera la podemos usar como viene o darle algo de lijado, lo mejor y sumamente ecológico para tratar la madera es el aceite de linaza, también hay en el mercado una serie de barnices con base en aceites naturales y pinturas ecológicas si deseamos dar un toque de color.














miércoles, 18 de abril de 2012

Aprendiendo a Bajar Peso - Curso Breve



Presentación del curso
Con este curso puedes conocer los consejos más prácticos y rápidos para perder peso y mejorar su calidad de vida. Además, completará este pequeño curso, un conjunto de consejos muy prácticos y útiles.

1.- ¿Necesita usted realmente perder peso?
Antes de comenzar con el curso pregúntese sinceramente ¿necesita usted realmente perder peso? En algunos países estar delgado se ha convertido en una obsesión.
Hay quienes pierden tanto peso, que quedan desnutridos o hasta llegan al extremo de la anorexia nerviosa o la bulimia. Por eso ¿Cuándo uno está excedido en su peso?, bueno los científicos consideran que es mejor guiarse por el porcentaje de grasa que hay en el cuerpo. Llaman obesidad al exceso de peso cuando, en el caso del hombre, entre el 20 y el 25% de su peso corresponde a grasa, y en el caso de la mujer, cuando corresponde a grasa entre el 25 y el 30% de su peso.
 Perder peso no es tan fácil como suponen las personas delgadas. Pero no pierda la esperanza, se puede, es una guerra que se combate en muchos frentes distintos.
El primer paso es prepararse mentalmente, sea positivo y mantenga en alta su autoestima personal, usted puede y usted lo vale, y además, seguro que ya tiene que soportar los insultos de una sociedad obsesionada con la delgadez.

2.- Alimento adecuado, en el momento justo y la cantidad apropiada y con el ejercicio regular.
Alimento adecuado: Los alimentos ricos en calorías y pobres en nutrimentos no son los apropiados para perder peso. Las grasas y los azúcares tienen muchas calorías, pero poco valor nutritivo. Los alimentos adecuados, tanto para controlar el peso como para aportar las sustancias nutritivas necesarias para el organismo, son los hidratos de carbono más complejos, las frutas y las verduras; las carnes rojas magras, las de pescado y las de ave.
El momento justo: en momento justo no es mientras se mira TV o se está con la computadora o cuando uno esta viajando. Lo ideal es sentarse a la mesa. El cuerpo tiene menos tendencia a acumular grasas si las comidas se hacen con más frecuencia (se recomienda 6 comidas diarias y nunca comer antes de las dos horas entre comidas) y se sirven porciones más pequeñas. El desayuno es la comida más importante y la que debería aportar más calorías.
Cantidad apropiada: reducir el tamaño de las porciones. Puede servir utilizar como guía la palma de su mano para medir la porción de carne que va a consumir.
Pero no cometa el error de ayunar o limitarse a comer una comida al día.
Confórmese con perder peso poco a poco, dele tiempo a su organismo para eliminarla.
Ejercicio regular: Los especialistas en el campo de la pérdida de peso concuerdan en que una de las claves para reducir peso y mantenerse en él es seguir una rutina regular de ejercicio. La regularidad es más importante que la intensidad de los ejercicios. No es necesario que se anote en un gimnasio, haga lo que le guste, cualquier actividad física está bien, si la realiza regularmente. Camine, baile, use la bicicleta, etc.

3. Guía de alimentos apropiados
Calcular las calorías ingeridas no es una solución práctica para perder peso como algunos piensan. No todas las calorías son iguales. Si uno ingiere 100 calorías en forma de hidratos de carbono, puede almacenar el 77% de ellas como grasa -el 23% se quema al digerir los hidratos de carbono-, pero si se consumen 100 calorías de mantequilla, se almacena como grasa el 97% -solo el 3% se consume con la digestión-. ¿Por qué? Porque la grasa de los alimentos tiene una composición química muy parecida a la del cuerpo, por lo que se almacena como tal con mucha más facilidad. No basta con limitarse a calcular las calorías, también hay que tomar en cuenta la fuente de esas calorías.
Caloría por caloría, las grasas engordan más y nutren menos que los hidratos de carbono.
Casi todos los países recomiendan una guía de alimentos en forma de pirámide de distintos niveles.
En la base de la pirámide se encuentra el agua que es esencial para muestro organismo y deberíamos consumir dos litros diarios como mínimo también se hallan los carbohidratos complejos, como el pan, los cereales, el arroz y la pasta. Estos alimentos son el fundamento de una dieta sana. En el segundo nivel hay dos secciones iguales: las hortalizas y las frutas, que también son carbohidratos complejos. La mayor parte de su dieta diaria debería constar de los dos primeros niveles de alimentos.
El tercer nivel comprende dos secciones más pequeñas. Una corresponde a alimentos como la leche, el yogur y el queso, y la otra incluye carnes, aves, pescado, legumbres secas, huevos y frutos secos. Solo deben ingerirse cantidades moderadas de alimentos de estos dos grupos. Ya que la mayoría de ellos son ricos en colesterol y grasas saturadas, que pueden incrementar el riesgo de enfermedades coronarias y cáncer.
Finalmente, en la cúspide de la pirámide se halla una zona reducida que contiene las grasas, los aceites y los dulces. Estos alimentos, que aportan muy pocos nutrientes, deben consumirse en pequeñas cantidades. Han de escogerse más alimentos de la parte inferior de la pirámide, y menos de la superior.

 4.-  21 consejos prácticos para que usted pueda bajar de peso.
Consejos prácticos para tener en cuenta.
1. Sea paciente. Se necesitó tiempo para aumentar de peso, así que se necesita tiempo para perderlo.
2. Sea un ganador, coma el alimento adecuado en la cantidad apropiada y en el momento justo.
3. Beba mínimo dos litros de agua por día, la grasa se elimina por la orina. Además beber agua no sólo le servirá para hidratarse, sino que también le ayudará a bajar de peso, ya que muchas veces se confunden la sensación de hambre y de sed. Además ocupa un lugar en el estómago.
4. Haga ejercicios diariamente o cualquier deporte que le guste. Otra opción es salir a caminar todos los días, subir y bajar escaleras.
5. Considere el régimen como un proyecto de toda la vida. Si usted vuelve a sus antiguos hábitos alimenticios, volverá a engordar.
6. Coma lentamente y disfrute más de menos cantidad de comida. Comer despacio hace que se saboree mejor la comida y además consigue que se coma menos. El cuerpo reacciona con señales de saciedad a los veinte minutos de comenzar a comer.
7. Reduzca a un mínimo el consumo de calorías vacías, como gaseosas, aceites, pastas, pan, galletitas, tortas.
8. Si se quiere seriamente bajar de peso evite las bebidas alcohólicas.
9. No se sirva nuevamente algún alimento en las horas de las comidas. (No repetir)
10. Evite los bocadillos, comer entre comidas. Si no puede, entonces como tallos de apio, zanahorias o pequeños trozos de frutas secas.
11. Lleve los platos servidos a la mesa. Con la fuente frente a usted será más difícil controlarse.
12. Anote todo lo que come. De esta manera logrará tomar conciencia de todo lo que ingiere.
13. Nunca deje de desayunar. Es una buena manera de quemar calorías desde las primeras horas de su día.
14. Cuando decida disfrutar de un plato de pastas, puede disminuir su contenido calórico si las acompaña con una salsa hecha sin grasas y algunas verduras salteadas con rocío vegetal.
15. Consuma un plato de sopa o una ensalada de hojas antes de la comida principal esto le ayudarán a reducir el apetito y la cantidad de alimentos que comerá luego.
16. Cambie el aceite por spray vegetal y utilice recipientes  antiadherentes para minimizar el consumo de grasas. Se recomienda cocinar al vapor, a la plancha y utilizar el microondas.
17. Reemplace cada huevo por dos claras. Reducirá la cantidad de grasas sin alterar el resultado final.
18. Hay que cenar pronto. Al menos dos horas antes de acostarse. Por la noche el metabolismo se ralentiza y los alimentos se acumulan como grasas más fácilmente.
19. Cocinar lo justo. Esto es muy importante. Las sobras son una tentación peligrosa.
20. La sal debe desaparecer. Basta con un poco. Comiendo los mismos alimentos sin sal se pierde peso y se gana en salud.
21. Que la comida no sea su único tema de conversación. Aprenda algo nuevo que le guste, como tocar un instrumento musical o aprender otro idioma de esa manera mantendrá su mente ocupada y no pensara tanto en la comida.
Felicitaciones Cuando haya conseguido el peso deseado celebre, no con la comida, sino vaya al cine, cómprese ropa nueva, el disco de su cantante favorito.
Y finalmente nunca olvide que aunque el régimen de mantenimiento le permitirá una mayor variedad de alimentos que el de adelgazamiento, coma siempre alimentos bajos en grasas y azúcar y ejercítese regularmente.

Usted puede lograrlo.




sábado, 7 de abril de 2012

Aprendiendo a superar la depresión: El poder de dar

 "Dar hasta que duela, y cuando duela todavía más" es una celebérrima sentencia de la Madre Teresa de Calcuta. Y durante siglos el budismo lo advirtió: "Si quieres ser feliz, practica la compasión".

nombre de la foto / iStockphoto
Fueron innumerables las personas que, desde la autoridad de sus propios actos, proclamaron el poder que tienen la entrega, la generosidad, la renuncia. Sin embargo hace poco tiempo que la ciencia lo ha corroborado. Estudios empíricos  dan cuenta de que la generosidad y los actos de servicio desinteresado disminuyen los síntomas de depresión, angustia y tristeza.
Sonja Lyubomirsky, doctora por la Universidad de Harvard, profesora de la Universidad de California y una de las más reconocidas investigadoras de la felicidad, considera que uno de los factores determinantes para ser feliz es la práctica del altruismo, y la práctica cotidiana de la bondad desde los más sencillos actos.
En su libro "La ciencia de la felicidad", Lyubomirsky publica el resultado de más de 20 años de investigaciones. E incluye allí una suerte de "medidor", llamado el  Cuestionario de Oxford sobre la Felicidad, al que considera un punto de partida para el avance.
La autora propone hasta 12 actividades, y se aprecia cuán importante es ser dadivoso:
1. Expresar gratitud.
2. Cultivar el optimismo.
3. Evitar pensar demasiado (con un sentido trágico) y evitar la comparación social.
4. Practicar la amabilidad ("la verdadera felicidad consiste en hacer felices a los demás", Dalai Lama).
5. Cuidar las relaciones sociales (empezando por la pareja; otro psicólogo, John Gottman afirma que "las parejas que funcionan bien dedican más de 5 horas a la semana a hablar entre ellos y generan cinco emociones positivas por cada negativa; admiración, agradecimiento y afecto).
6. Desarrollar estrategias para afrontar la vida (resistencia, serenidad, aguante).
7. Aprender a perdonar (el valor del perdón, que no es reconciliación, ni indulto, ni condonación, ni excusarse ni negar el daño).
8. "Fluir" más.
9. Saborear las alegrías de la vida (disfrute; estar abiertos a la belleza y a la excelencia).
10. Comprometerse con los propios s objetivos .
11. Practicar la religión y la espiritualidad.
12. Ocuparte de tu cuerpo y de tu alma: meditar, actividad física, actuar como una persona feliz.
Las hipótesis de todos los investigadores en el tema de la felicidad y del bienestar concluyen que hacer algo por los demás a veces puede traer una incomodidad momentánea, pero a la larga incrementa la satisfacción personal. Básicamente, porque esto cambia la valoración que las personas tienen de sí mismas: se ven más compasivas, les permite iluminar sus habilidades, da cierto sentido de control sobre sus propias vidas y fortalece los vínculos con los demás.
De manera que quien desee incrementar su propio bienestar, deberá incrementar el bienestar de los demás. La generosidad devuelve grandes beneficios para ambas partes. Una buena idea sería hacer algo por otra persona (una tarea que no sea habitual), una vez por semana, y no contárselo a nadie.
Después de todo, como dijo Rosa Luxemburgo: "El placer de la venganza dura un solo día; la generosidad nos hace felices para siempre".

viernes, 30 de marzo de 2012



En los últimos 3 años La Baleada, un platillo típico de la cocina proletaria agarró tremendo auge y popularidad entre los hondureños que la reinventaron para satisfacer todos los gustos, ampliando la gama de sus componentes y le han agregado cuanto sabor desea su consumidor.
De allí a saltar al plato a probar para los turistas fue un zas.
En la actualidad se pueden disfrutar ya no en los típicos anafres de los puestos de venta callejeros, sinó en casetas especiales, sitios dedicados exclusivamente y en comedores y hasta en restaurantes.
Hay muchas cosas que contar de estas deliciosas baleadas. desde su precio, yo las comencé a disfrutar en San pedro Sula cuando costaban 10 centavos de lempira cada una. Hoy hay baleada especial que cuesta hasta 25 y 30 lempiras.



Pero deseo compartir una breve historia que permita a los amigos extranjeros conocer esta delicia catracha (originalmente estoy escribiendo esto para comentar en una página internacional de cocina: http://www.cocina.org/02-04-2008/recetario/baleada-hondurena-una-tapa-muy-tipica-de-honduras
Así que voy por partes:
1) La baleada original solo es tortilla de harina de trigo, frijoles deshechos fritos, queso o mantequilla. Luego le agregaron huevo picado, chorizo frito con huevo, aguacate y el famoso encurtido, que no es otra cosa que cebolla en rodajas, rodajas de zanahoria, ejotes (vainas de frijol tiernas) coliflor o cualquier verdura de temporada ligeramente sancochada en agua con un punto de sal (cocida sin que se ablande mucho) y pimienta con comino y colocada, preferentemente en un bote de vidrio se le hecha 2 terceras partes del agua en que se cocinó y 1 tercera parte de vinagre.

2) Las tortillas se preparan con harina de trigo, un poco de soda (o polvo de hornear, del que se usa en repostería) un poco de agua (o leche) huevo, aceite o manteca y se amasa hasta lograr una masa que no se peque en los dedos, se hacen unas bolitas de tamaño uniforme y se untan con un poco de grasa y se dejan reposar una media hora, luego con cada bolita se hace una tortilla, las mujeres son expertas en hacer las tortillas a las palmas, pero puedes colocar la bolita de masa entre dos hojas de plástico que puedes sacar de una bolsa limpia y sin tintas) y luego extender con un rodillo o con un plato pacho, haciendo presión hasta que la masita alcance su máxima delgadez, luego la tiras a un comal o fridera ancha y con una espátula o cuchillo le das vuelta para que se cocine por ambos lados, la sacas y la envuelves en un mantel para que no se endure. Allí tienes tus tortillas de baleada.


3) Su nombre proviene de los frijoles cocinados, parados, que en muchas regiones los campesinos les dicen balas "comimos puras balas con tortilla de maíz)", al desplazarse los campesinos de diversos sectores a la zona bananera años 45 al 70) se concentraron costumbres y comidas, al no haber maíz en abundancia los campesinos eran alimentados con tortillas de harina y al colocar frijoles parados y mantequilla o queso o ambos derivados de los lácteos nacieron las baleadas, que luego se transformaron  al usar los frijoles fritos. Un platillo proletario que ahora se codea con la comida chatarra mejor mercadeada en el país.
La canción Sos un Ángel, las baleadas y cualquiera nacido en este territorio son los más Catrachos (este nombre ("catrachos") es otra historia y no tiene nada que ver con cocina, así que nada de ella cuento)

lunes, 20 de febrero de 2012

Aprendiendo cómo enamorar al chico de tus sueños


Lo primero que debes tener en cuenta, antes de empezar a leer este "manual para ligar", es que ya seas chico o chica, lo fundamental para conquistar a una persona es que seas natural. Si sobreactúas, tarde o temprano se darán cuenta y será peor "el remedio que la enfermedad". Una vez aportado este pilar básico de todo decálogo amoroso, si lo que quieres es que ese chico estupendo caiga rendido a tus pies, no tienes más que seguir las indicaciones que te damos. Con eso y un poco de la propia chispa que tú aportes… conseguir el amor de tu chico ideal es "como coser y cantar".

1.- Seguridad. No hay nada que le guste más a los hombres que las mujeres que van por la vida con seguridad, pisando fuerte. Decidida, fuerte, capaz de tomar decisiones...No te decimos que hagas de Mata-Hari tu modelo a seguir, pero sí te aconsejamos que demuestres a tu chico ideal que puedes vivir sin él. Los chicos parece que detectan cuando una mujer va a por todas y les encanta ponerse como reto el conquistar su corazón.

2.- Feminidad. Eres una chica y por lo tanto debes comportarte como tal. Está muy bien que te guste hablar de fútbol, la ropa deportiva y decir tacos como un camionero, pero si haces eso lo único que conseguirás es que sólo te vean como a una amiga, una coleguita con la que tomarse unas cañas. Si quieres conquistarle muestra tu lado más femenino.



3.- Vestuario. Sexy pero nunca demasiado atrevido porque lo asustarías. Un escote adecuado, una falda con una raja estratégicamente ubicada... pero nunca un vestido completamente transparente, porque si hay algo que les encanta a los hombres es imaginarse qué habrá debajo de esa ropa tan sugerente que llevas... Siempre es mejor insinuar que mostrar. Además aunque les gusta que te vistas sexy y provocativa, si vas así por la calle y te miran el resto de los hombres, se pondrán negros.

4.- Elogios. Es de sobra conocida la característica masculina de desear que su chica les diga lo estupendo y maravilloso que es en todos los aspectos y que como él no va a encontrar ninguno. Aunque piensen que puede ser mentira les gusta tanto que les engorden el ego, que les da lo mismo. Si te abre una lata coméntale lo fuerte que es, si se arregla dile que es el más guapo y si te pregunta, siempre es el mejor en todo. Aunque tu sepas que es mentira, déjale, el pobrecito es feliz así...

5.- Aspecto físico. No siempre quieren que seamos top models, delgadas, altas, maravillosas...existen gustos de todo tipo. En lo que todos coinciden es en que odian a las chicas muy maquilladas, demasiado enjoyadas o que se han perfumado en exceso. Cierto es que luego las que les ponen a cien son las que más pintadas van, pero en su chica ideal buscan que se arregle pero que no se note. Hay que entender que no debe ser muy agradable comer pintalabios, o acabar el día con más pintura en la camisa que en un cuadro de Van Gogh...

6.- Comprensión. Si te cuentan sus problemas en el trabajo, esperan que les comprendas y les des cariño a raudales. Si sabes escuchar lo que te cuente, lo tendrás en el bote en menos de lo que piensas. Si te parece un rollo lo que te dice, pon cara de Póker y dile lo estupendo que es. Se callará para escuchar tus piropos.

7.- Detalles. Si crees que sólo a tí te gustan los detalles, te equivocas. Ese raro espécimen llamado hombre también aprecia las muestras de amor. Eso sí, le gustan cosas sorprendentes porque las cursiladas pasteleras le espantan. Un regalito debajo de su almohada, una llamada divertida, un conjunto sexy...así le volverás loco.



8.- Sensibilidad. Si lloras en el cine y él te puede prestar su pañuelo o en su defecto la manga de su camisa, si te encantan los animalitos y los niños, él se sentirá muy conmovido. Si te agarras a él en una peli de miedo él se sentirá protector y fuerte, y le encantará saber que le necesitas. Eso sí, que no vea que dependes de él o se asustará.

9.- Iniciativa. Cuando se te ocurra cualquier plan, por atrevido que sea, no dudes en proponérselo...no siempre tiene que ser él quien tome la iniciativa. Y así en todo. Si te gusta un chico y él no se decide, hazlo tú, con sutileza. Y si quieres seducirle emplea el lenguaje corporal para expresarle lo que quieres. Si das con uno medianamente listo, enseguida lo entenderá e irá directamente a por ti.

10.- Mesura. Te encanta hablar, pero si te pasas pensará que eres una cotorra. Te gustaría saber todo de sus ex-novias pero si le sometes a un interrogatorio se sentirá acosado y huirá. Por eso el mejor consejo, sobre todo al principio, es tener mesura y poner cierto misterio en la relación. Luego, cuando le tengas en el bote, cualquier cosa que hagas le parecerá divina, porque si sigues estos consejos, simplemente TE ADORARÁ.


Aprendiendo a conquistar a tu chica ideal

Las 10 claves necesarias para que la mujer de tus sueños te de una oportunidad. Lee con mucho cuidado y trata de ponerlo en práctica para ver resultados.


1º.- Tienes que observarla con mucho cuidado para captar en un tiempo considerable que cosas le gustan , que ropa es su favorita , cual es su canción preferida , etc. cosas pequeñas , pero muy valiosas para Ellas.
2º.- Luego de hacer eso tienes que acercarte sin muchos rodeos,  tienes que demostrar firmeza, valentía y mucha personalidad, para que ella te tome en serio. En el momento que te presentas, a las mujeres no les gusta que los hombres sean inseguros, ¡demuestra mucha seguridad sobre ti mismo!
3º.- Si lograste presentarte con ella, solo tienes que charlar no por mucho tiempo, luego retírate de su lado con mucha amabilidad y no voltees para nada solo sigue tu camino, para que crees en ella un misterio.


4º.- Al día siguiente cuando pases frente a ella, y te salude pues tienes otra oportunidad de acercarte y hablarle, continúa con esto cada día pero no pases mucho tiempo con ella, porque si lo haces ella se sentirá presionada.
5º.-
Para que las cosas se pongan un poco más candente, invítala a salir pero que ella salga con una amiga y tú tienes que llevar a un amigo, tienes que poner mas interés a la amiga que a ella misma, has como si no existiera por momentos para ti en esos momentos, ella podrá  si notas verte y valorarte como un hombre seguro, galante, etc. dependiendo de tu forma de actuar y si notas que ella se incomoda, pues te enteras, de paso, si ella siente algo por ti , entonces comienza a tomarle un poco de importancia y cada vez que puedas tienes que acariciarla solo como amigos, poco a poco de darás cuenta de su respuesta a tus “toques”. Es el  momento del obsequio de pequeños detalles "que insinúen algo", (aquí te sirven tus conocimientos de sus gustos, música, lectura, flores,  artista o deportista preferido, etc.)


6º Invítala a bailar, pero antes de eso, acércate al que conduce la música y dile que ponga una música movida y luego una romántica, para que sea más mágico baila muy bien con ella y demuéstrale que te sientes muy a gusto con ella, no seas descortés con ella, se atento .
7º No tienes que demostrar celos, porque eso significa que no confías en ella y que te sientes inseguro de ti mismo. Ya llegará el momento en que le explicarás que te gusta y que no te gusta que hagas con sus amigos o demás pretendientes.
8º Nunca le digas a nadie que estas enamorado de ella, hasta que ya te le hayas declarado y ella te haya aceptado pero si quieres que se enteren todos, declárate a la mujer de tus sueños en un lugar público donde todos lo vean y tienes que ser muy pero muy romántico y hablar todo con mucha seguridad, sin importarte hacer el ridículo en caso que ella te rechace públicamente.
9º Si te vas a declarar tienes que estar seguro de que ella siente lo mismo por ti, nunca esperes mucho, no pierdas el tiempo en pensarlo y repensarlo solo dilo y acepta su respuesta.
10º Si ella te da el SI luego de eso tienes que ser el mismo de antes o mas detallista y cariñoso si quieres conservarla, no la celes delante de todos porque te quita muchos puntos a tu favor, ojo, no te apresures a pedirle tener sexo porque pensará que solo quieres eso de ella, y cuando lo hagas debes ser muy cuidadoso, ve despacio, nunca lo hagas con apuro, hazlo con calma y si se da asegúrate que ella lo disfrute.
Si haces todo esto fácilmente, pues estas realmente enamorado y si en algún momento te arrepientes pues tienes que abortar el plan por que ella no es la mujer para ti.
Y a poner en práctica lo ensayado y aprendido…


Aprendiendo a hablar en público - (1) Curso Rápido - Lección del 1 a la 10

El hablar en público es un acto que a muchos les rompe los nervios paralizándolos  totalmente, en cambio a otros se les hace muy fácil.No se trata de ser un orador, si no saber que y como decirlo.
Hay muchas cosas sin embargo que deben seer conocidas para realizar intervenciones públicas con seguridad y éxito.
No todos los "oradores" son buenos, hay unos demasiados locuaces que más bien aburren o desorientan a su público. 
Pero hay momentos en que las exposiciones son ante grupos selectos y es entonces cuando debe de tenerse algún cuidado para realizar una faena aceptable y si se quiere exitosa.
}Lo que aquí se considera está basado en las múltiples experiencias como maestro de ceremonias, disertante y presentador de Televisión, aparte de la asesoría a políticos para sus intervenciones en público.
Lea con detenimiento este manual y con toda seguridad le permitirá cambiar el concepto de lo que usted cree que es hablar en público.


TEMARIO
CLASE 1. Hablar en público
CLASE 2. Miedo a hablar en público
CLASE 3. Preparación de la intervención
CLASE 4. Estilo de la intervención
CLASE 5. Público
CLASE 6. Lugar de la intervención
CLASE 7. Duración de la intervención
CLASE 8. Discurso
CLASE 9. Idea clave
CLASE 10. Introducción
CLASE 11. Desarrollo
CLASE 12. Conclusión
CLASE 13. Ensayo
CLASE 14. Día del acto
CLASE 15. Presentación
CLASE 16. Intervención
CLASE 17. Voz
CLASE 18. Lenguaje
CLASE 19. Mirada
CLASE 20. Lenguaje corporal
CLASE 21. Imagen
CLASE 22. Medios de apoyo visual
CLASE 23. Fichas de apoyo
CLASE 24. Captar la atención del público
CLASE 25. Flexibilidad e improvisación
CLASE 26. Reacción del público
CLASE 27. Situaciones difíciles
CLASE 28. Preguntas y respuestas
CLASE 29. Debate
CLASE 30. Críticas
Lección 1
Hablar en público
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 Cuando uno va a hablar en público es fundamental tener claro el objetivo de la 
intervención:
Se quiere transmitir una información (por ejemplo, resultados de una empresa).
Se quiere manifestar una opinión sobre un tema determinado.
Simplemente se quiere entretener, etc.
Y a la consecución de dicho objetivo debe orientarse la intervención.
Hablar en público no se limita a tomar a palabra y "soltar" un discurso; hablar en 
público consiste en lograr establecer una comunicación efectiva con el mismo, en 
la que uno sea capaz de transmitir sus ideas.
Hablar en público es una oportunidad que hay que saber aprovechar.
Un grupo más o menos numeroso de personas estará escuchando al orador, quien 
tiene una ocasión única para transmitir sus ideas, para tratar de convencerlos.
Por ello, las intervenciones hay que prepararlas a conciencia, lo que implica no limitarse
a elaborar el discurso, sino que hay que ensayar la forma en la que se va a exponer:
El orador tiene que conseguir que el público se interese por lo que les va a decir y esto 
exige dominar las técnicas de la comunicación.
Una cosa es conocer una materia y otra muy distinta es saber hablar de la misma.
Conocer el tema es una condición necesaria pero no suficiente: hay que saber exponerlo 
de una manera atractiva, conseguircaptar la atención del público y no aburrirles.
El orador tiene que resultar interesante, sugerente, convincente, etc.
Cuando se va a hablar sobre un tema lo primero que el orador tendrá que hacer es 
dominarlo. En el momento en el que tome la palabra deberá tener un conocimiento 
sobre el mismo muy superior del que tiene el público. El orador tiene que tener algo 
 interesante que transmitir.
Uno debe evitar a toda costa hablar sobre un tema que apenas domine ya que correría 
el riego de hacer el ridículo.
Escribir el discurso es sólo una parte del trabajo y probablemente no la más difícil, ni 
tampoco probablemente la más determinante a la hora de alcanzar el éxito.
El cómo se expongan esas ideas juega un papel fundamental.
Un mismo discurso puede resultar u tremendo éxito o un rotundo fracaso en función de 
la habilidad del orador en su exposición.
Aunque resulta natural estar algo nervioso cuando se va a hablar en público, hay que 
tener muy claro que el público no es el enemigo, que se encuentra acechando a la 
espera del más mínimo fallo para saltar sobre el orador.
Muy al contrario, cuando el público acude al acto es porque en principio le interesa el
tema que se va a tratar y entiende que el orador tiene la valía suficiente para poder 
aportarle algo.
Cuando se habla en público hay que estar pendiente no sólo de lo que se dice, sino de 
cómo se dice, del vocabulario que se emplea, de los gestos, de los movimientos, de la 
forma de vestir, etc. Todo ello será valorado por el público y determinará el mayor o 
menor éxito de la intervención.

Lección 2
Miedo a hablar en público
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 Como se ha comentado en la lección anterior, el público no es el enemigo, sino que, 
bien al contrario, son personas que consideran que el orador puede aportarles algo, 
que no van a perder el tiempo escuchándole.
Por ello, no se debería tener un miedo desproporcionado a hablar en público, algo que, 
sin embargo, suele ser bastante habitual.
Tener miedo antes de una intervención pública es algo natural, por lo que uno no 
debería ser excesivamente auto crítico consigo mismo por que le ocurra esto, y no 
por ello ha de considerarse una persona débil e insegura.
Hay que analizar este miedo que a uno le atenaza y tratar de descubrir las causas que 
lo originan.
Uno se dará cuenta de que gran parte de este miedo es irracional, no obedece a 
motivos lógicos (miedo de hacer un ridículo espantoso, de que se rían de uno, de
tartamudear, de caer en desgracia, de hundir el prestigio profesional, de que le 
 abucheen…).
Son situaciones que no van a ocurrir y por lo tanto este miedo hay que rechazarlo por 
absurdo.
Otra tipo de miedo sí puede ser racional: obedece a situaciones adversas que pueden 
presentarse (quedarse en blanco, no saber contestar a una pregunta, que no funcione 
el proyector, etc.).
Frente a este miedo racional lo que hay que hacer es tomar todas las medidas posibles
para reducir al mínimo las posibilidades de que estas situaciones se produzcan (por 
ejemplo, llevando fichas de apoyo, preparando el discurso a conciencia, verificando 
previamente de que el proyector funciona correctamente, etc.).
A veces también preocupa el pensar que el público pueda darse cuenta del miedo que 
uno tiene (sudores, temblor en el habla o en las piernas, cara demacrada, etc.), pero es 
muy difícil que esto ocurra:
Son reacciones físicas que uno percibe intensamente pero queapenas son percibidas
por terceros. Además, en el caso hipotético de que así fuera, el público pensaría que 
son reacciones muy naturales, que a cualquiera le podría ocurrir.
La mejor forma de combatir el miedo es con una adecuada preparación: hay que
 trabajar y ensayar la intervención con rigurosidad.
Cuando se domina la presentación se reducen drásticamente las posibilidades de 
cometer errores; esto genera confianza y disminuye el nivel de ansiedad.
También resulta muy útil pensar en positivo, es decir, en la satisfacción tan enorme 
que a uno le produciría obtener un gran éxito.
El orador debe autoconvencerse de que con una buena preparación este éxito está al 
alcance de la mano.
Otro modo de combatir el nerviosismo es realizar, unas horas antes de la intervención,
algún ejercicio físico intenso (un partido de tenis, salir a correr, etc.).
Esto contribuye a quemar energías y genera un cansancio físico que contribuye a 
calmar los nervios.
Cuando llega el momento de la intervención uno debe autoimponerse tranquilidad
 especialmente en los momentos iniciales de misma.
Si uno consigue sentirse cómodo al principio, es posible que mantenga esta línea 
durante el resto de la intervención.
Subir al estrado con tranquilidad, sin prisas, mirar al público unos instantes mientras 
se le saluda, ajustar el micrófono, organizar las notas... y comenzar a hablar despacio.
A lo que nunca se debe recurrir es a tomar pastillas o un par de "copitas", ya que 
 podrían generar un estado de aturdimiento que dificultase la exposición.
En todo caso, un cierto grado de nerviosismo puede que no venga mal, ya que 
permite iniciar la intervención en un estado de cierta agitación, de mayor energía.

Lección 3
Preparación de la intervención
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 A la hora de preparar el discurso hay que tener en cuenta:
a) Público asistente: el discurso tiene que ser apropiado para el público que va a
asistir. Hay que ver qué temas le pueden interesar, cual puede ser su nivel de 
conocimiento sobre el mismo, hay que utilizar un lenguaje adecuado, tener en 
cuenta si conoce o no términos técnicos, etc.
No es lo mismo explicar los resultados del ejercicio a la junta general de accionistas, 
que a los empleados de la sociedad. En el primer caso será un discurso mucho más 
formal.
Tampoco es lo mismo hablar sobre el cambio climático ante una comisión de 
 científicos, que en un colegio mayor. El nivel de precisión y el lenguaje técnico 
que se pueden utilizar son muy diferentes en ambos casos.
Tampoco es lo mismo hablar ante 10 personas que ante 1.000. En el primer caso hay 
 más posibilidades de interacción con el público, más cercanía; en el segundo caso 
el discurso tenderá a ser mucho más formal.
b) Objeto de la intervención. Hay que tener muy claro el motivo de la intervención.
Felicitar a los empleados por los buenos resultados, comunicar un recorte de 
 plantillas, felicitar a un empleado por sus 25 años en la empresa, convencer al 
público para que vote por un determinado partido político, etc.
El discurso puede tener por objeto informar, motivar, entretener, advertir, amonestar
etc., y en función de ello habrá que adaptar el estilo del mismo: formal o informar, 
 serio o entretenido, cercano o distante, monólogo o participativo, etc.
c) Tema a tratar: según el tema que se vaya a tratar el estilo del discurso puede ser 
 radicalmente diferente.
No es lo mismo hablar en el Pleno del Ayuntamiento sobre los presupuestos del año, 
que sobre la organización de las fiestas patronales.
No es lo mismo dirigirse a los empleados para explicarles los resultados del año, que presentarles los nuevos objetivos. En el primer caso se busca comunicar (lenguaje
preciso) y en el segundo motivar (discurso más apasionado y entusiasta).
d) Lugar de la intervención. El lugar del ac to imprime también carácter.
No es lo mismo hablar en un auditorio, en la sala de reuniones de la empresa, en 
 una fiesta de cumpleaños, en un banquete de boda, etc.
e) Tiempo de la intervención: el tipo de discurso será completamente diferente 
dependiendo de si va a durar 5 minutos o si va a durar una hora y media. Las 
posibilidades de improvisar, de profundizar en la materia, de estructurar el discurso (introducción, desarrollo y conclusión), de utilizar fichas de apoyo, de utilizar 
transparencias, etc.), varían en uno y otro caso.
Todos estos aspectos habrá que tenerlos en cuenta a la hora de definir el tipo de
intervención que se quiera presentar.

Lección 4
Estilo de la intervención
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 Cuando se habla en público, el estilo de la intervención va a depender de diversos 
factores, entre ellos los que se señalaron en la lección anterior.
Es decir, en función del motivo de la intervención, del objetivo que se pretende
conseguir, del público asistente, etc., el discurso tendrá un estilo determinado.
Un mismo tema se puede presentar de maneras muy diferente (por ejemplo, la 
presentación de los resultados de una empresa variará según se trate de rendir 
cuentas ante los accionistas o de felicitar a los empleados por los objetivos 
 conseguidos).
No se puede pretender hablar en público siempre de la misma manera: hay que 
ajustar el estilo de la intervención a las características de cada ocasión, ya que si 
no se hiciera la actuación podría resultar en un enorme fracaso (con independencia 
de que uno sea un experto en la materia).
Las características que definen el estilo de una intervención son numerosas:
Formal o informal
Serio o desenfadado
Sobrio o entusiasta
Cercano o distante
Riguroso o generalista
Monólogo o participativo
Con apoyo visual (proyector) o no
Etc.
Ejemplos:
Discurso en un acto oficial: será un discurso formal, sobrio y riguroso.
Presentación de un proyecto técnico: será un discurso muy técnico y preciso, el 
estilo puede ser más informal y cercano, se utilizará apoyo visual, posibilidad de 
 preguntar, etc.
Discurso de inaguración de las fiestas locales: informal (aunque no por ello menos 
 preparado), entusiasta, divertido (con anécdotas, toques de humor, ironía, etc.), 
cercano, etc.
Palabras improvisadas en un banquete de boda: informal, familiar, entrañable, 
breve, etc.
El orador buscará darle a su intervención aquella orientación con la que pueda 
lograr el mayor impacto posible con el público.
Si no se tiene claro cual es el enfoque apropiado, habría que hablar con los 
 organizadores del acto o con alguna persona experta para conocer su opinión.
En caso de duda es preferible adoptar la opción más conservadora: resulta menos 
llamativo hablar de manera formal en un acto informal, que hablar de manera 
informal en un acto formal.
La forma de vestir también puede venir determinada por el tipo de acto (no es lo 
mismo intervenir en el Congreso de los Diputados que en un mitin político).
Si no se cuidan todos estos detalles, puede suceder que el orador no consiga 
captar la atención del público, quien se irá con la impresión de que el discurso 
ha estado completamente fuera de lugar.
Una última observación:
Un toque de humor, sabiamente administrado, no está reñido con la seriedad ni 
 con el rigor (además, ayuda a acercarse a la audiencia).

Lección 5
Público
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Cuando se habla en público lo primero que hay que buscar es captar su interés 
y atención, con vistas a que la comunicación resulte efectiva.
Hablar a un público que no muestra interés es perder el tiempo.
Si el público asiste al acto es porque le interesa, porque espera obtener algo 
(aprender, conocer otros puntos de vista, pasar un rato agradable, etc.), por lo 
que hay que intentar no defraudarle.
No hay que ver al público como al enemigo.
Hay que preparar el discurso en función del público que se espera que asista:
Tratando un tema que le interese (si el orador tiene la opción de poder elegir).
Utilizando un lenguaje apropiado, comprensible; no se deben utilizar términos 
que le resulten extraños (no es lo mismo dirigirse a universitarios que a un
grupo de jubilados).
Un mismo tema se puede abordar de manera diferente en función del público 
objetivo.
Una presentación sobre el buen comportamiento del paro en España será 
diferente si se realiza en el Congreso de los Diputados o si tiene lugar en un 
meeting político (en el primer caso será una presentación más formal, distante 
y sobria, mientras que en el segundo caso puede ser más informal y apasionada).
Aunque hasta el momento de la intervención no se tendrá una idea exacta del 
público asistente, habría que hablar previamente con los organizadores del acto 
para que indiquen qué tipo de público se espera que asista.
Un aspecto que conviene tener en cuenta es si se trata de un grupo homogéneo 
(por ejemplo, alumnos de la facultad de derecho) o no (por ejemplo, el público 
de las fiestas locales), ya que el discurso deberá ir dirigido a todos ellos.
No se deben utilizar términos o expresiones que parte del público no conozca
ni entrar en unos niveles de detalle que a una parte del público pueda no 
interesarle, o que sencillamente no sea capaz de entender.
También hay que informarse del número previsto de asistentes:
No es lo mismo dirigirse a 10 que a 300 personas. Esto influirá en la capacidad de interactuar (preguntar, debatir, etc), en la necesidad o no de utilizar micrófono, 
en los posibles medios de apoyo (pizarra, proyectores, etc.).
Si el público es numeroso habrá que hablar más alto (con independencia de que 
se utilice micrófono), aspecto que se tendrá en cuenta en los ensayos. Con pocos asistentes el estilo puede ser más informal, más cercano, frente a un estilo más 
formal cuando la audiencia es numerosa.
Hay que tener en cuenta el posible conocimiento que pueda tener el público sobre 
el tema que se va a abordar, ya que esto determinará hasta que nivel se podrá profundizar, o que vocabulario, más o menos técnico, se podrá utilizar.
Un aspecto que también influirá en el discurso es si el orador conoce ya al 
público (ha participado en ocasiones anteriores, trabaja en la empresa, vive en 
el pueblo, etc.) ya qué esto podría permitirle darle a su discurso un toque de 
mayor cercanía, más informal.
Hay que tratar de anticipar si el público va a estar de acuerdo o no con la tesis 
que se va a exponer y en el caso de que se prevean discrepancias, intentar 
conocer las razones de las mismas.
En la exposición de puede hacer referencia a otros posibles puntos de vista
tratarlos con rigurosidad y respeto, aunque indicando que no se coincide con
ellos.
También hay que considerar las preguntas más probables que el público pueda plantear, lo que permitirá llevar preparadas las respuestas.

Lección 6
Lugar de la intervención
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 El lugar de la intervención también determina en gran medida el tipo de discurso.
El lugar imprime al acto su propia identidad, dándole una nota de mayor o menor formalidad.
No es lo mismo intervenir en una pequeña sala de junta, en un auditorio, o desde 
el estrado público o de una institución, llámese partido político, municipalidad, congreso, etc.
El orador debe conocer el lugar en el que va a hablar y tenerlo en cuenta a la hora
de ensayar.
Conocer sus dimensiones, si podrá contar con proyectores, pizarras, etc.; si el 
estrado tiene una dimensión suficiente para poder moverse por él; si tendrá 
también la posibilidad de moverse entre el público (por ejemplo, en un aula universitaria), etc.
Lo ideal sería, además de conocerlo, realizar allí el último ensayo general, el día 
previo al acto.
Esto le permitiría familiarizarse con el sitio, lo que también contribuye en cierta 
medida a calmar un poco los nervios.
Si uno no tiene posibilidad de visitar el local, al menos debería ponerse en 
 contacto con los organizadores del acto para que le informen sobre sus 
 características.
Lo que no se debe hacer es no conocer el lugar donde se va a hablar hasta el 
momento de la intervención, no vaya a haber sorpresas de última hora de difícil solución:
No dispone de proyector para mostrar las transparencias que se habían preparado, 
no hay un atril donde colocar las fichas de apoyo, el estrado es demasiado 
pequeño, etc.
Se trata, en definitiva, de evitar cualquier imprevisto que pueda perjudicar la intervención.

Lección 7
Duración de la intervención
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 La duración de la intervención condiciona la preparación del discurso.
No es lo mismo preparar una intervención de 5 minutos que una de hora y media.
Cuando se prepara un discurso hay que intentar ajustarse a un tiempo algo
inferior al que uno tiene previsto, ya que durante el mismo es frecuente que uno 
tienda a extenderse (saludos, agradecimientos, alguna anécdota improvisada, etc.)
Siempre es preferible quedarse corto que sobrepasar el tiempo asignado. El 
 público agradece la brevedad.
Hay que tener presente la posibilidad de que en el último momento los 
organizadores del acto modifiquen la duración de la intervención, bien 
 ampliándola (porque un conferenciante no haya podido asistir), bien 
 recortándola (porque el acto marche con retraso).
El orador debería llevar preparado material adicional (otros argumentos,
anécdotas, ejemplos, transparencias, etc.) por si tuviera que hablar más tiempo 
del previsto.
También debe tener identificadas partes del discurso que se puedan omitir, para 
 el caso contrario en el que se recorte el tiempo de la intervención.
Durante el discurso hay que controlar el tiempo (tener un reloj a la vista que se 
 pueda mirar discretamente), tratando de que la intervención se vaya desarrollando 
según lo previsto, evitando agotar el tiempo con el discurso todavía por la mitad.
No hay que olvidar que una de las partes principales del mismo es la conclusión, 
 a la que hay que dedicar el tiempo necesario para poder desarrollarla 
 convenientemente.
Si el discurso es extenso el orador no debería confiar únicamente en su memoria 
ya que corre el riesgo de olvidar algún punto fundamental o, peor aún, de 
quedarse en blanco.
Es conveniente en este caso llevar preparadas fichas de apoyo que le pueden 
servir de guía a lo largo de su exposición.
Por último, una idea que hay que tener siempre presente:
El orador sólo se extenderá en la medida en la que tenga algo interesante que 
decir, lo que no debe hacer bajo ningún concepto es tratar de "rellenar" el 
tiempo con información carente de interés (al público no se le puede aburrir).
En este caso es preferible hablar con los organizadores del acto y comunicarles 
que el tiempo asignado es demasiado extenso para el tema que se va a tratar.
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Lección 8
Discurso
La elaboración del discurso, aún siendo determinante, constituye tan sólo una
 primera etapa de la preparación del acto (y puede que no la más complicada).
Cuando se prepara un discurso hay que tener muy claro cuál es su objetivo, qué 
es lo que se pretende conseguir (informar, motivar, divertir, advertir, etc.).
En primer lugar hay que definir el tema de la exposición. Esto puede venir ya 
indicado por los organizadores del acto (aunque uno siempre podrá darle su 
propia orientación) o puede que uno tenga libertad para elegirlo.
Definido el tema, hay que determinar la idea clave que se quiere transmitir y 
sobre la que va a girar toda la argumentación.
Por ejemplo, se va a hablar sobre el sector de la Tilapia en Honduras y se quiere 
 transmitir la idea de su falta de proyección internacional.
Una vez seleccionada la idea clave, hay que buscar argumentos en los que 
apoyarla. Para ello lo mejor es dar rienda suelta a la imaginación ("lluvia de 
 ideas") e irlas anotando a medida que vayan surgiendo.
Este proceso puede durar algunos días (hay que dar tiempo a la imaginación; 
 las ideas surgen inesperadamente).
Una vez que se dispone de una lista de posibles argumentos hay que 
seleccionar los 4 o 5 más relevantes (y no más).
Hay que tener presente que en un discurso la capacidad de retención que tiene 
el público es limitada y que difícilmente va a ser capaz de asimilar más de 4 o 
5 conceptos.
Tratar de apoyar la idea clave con muchos argumentos a lo único que lleva es a 
 que el público termine sin captar lo esencial (los árboles no dejarían ver el 
bosque).
Una vez que se han seleccionado esos pocos argumentos que se van a utilizar 
hay que desarrollarlos en profundidad. Se utilizarán conceptos, datos, ejemplos, 
citas, anécdotas, notas de humor (se pueden incluir aunque el tema tratado sea 
muy serio).
El discurso se estructura en tres partes muy definidas:
Introducción (plantea el tema que se va a abordar y la idea que se quiere 
transmitir).
Desarrollo (se presentan los distintos argumentos que sustentan la idea).
Conclusión (se resalta nuevamente la idea y se enumeran someramente los 
argumentos utilizados).
El discurso no tiene por qué ser una pieza literaria, lo que sí debe primar es la 
claridad.
Al ser escuchado (y no leído) el público no tiene tiempo de analizar 
 detenidamente el lenguaje utilizado, la estructura de las frases, etc.
Además, en el supuesto de no entender una frase no va a tener la posibilidad 
de volver sobre ella.
Todo ello lleva a que en el discurso deba emplearse un lenguaje claro y directo, 
frases sencillas y cortas. Hay que facilitarle al público su comprensión.
Para terminar, señalar algunos aspectos importantes:
Independientemente del tema que se vaya a tratar, hay que procurar que el 
discurso resulte atractivo, novedoso, ágil, con gancho, bien fundamentado, 
interesante (aunque el tema abordado sea tan árido como, por ejemplo, "La 
reforma fiscal durante el régimen del Humanismo Cristiano).
Debe primar siempre la idea de la brevedad (el público lo agradece). La 
brevedad no implica que el discurso tenga que ser necesariamente corto, 
sino que no debe extenderse más allá de lo estrictamente necesario (ir "al 
grano", evitar rodeos que tan sólo dificultan la comprensión y terminan 
aburriendo).
Siempre es preferible quedarse corto que pasarse.

Lección 9
Idea clave


Como se ha comentado en la lección anterior, el discurso girará sobre una 
idea principal (idea clave), que resume el punto de vista del orador sobre el 
tema tratado.
Hablar en público constituye una oportunidad que no se puede desaprovechar:
Un grupo de personas, más o menos numeroso, está pendiente de lo que uno les va a decir, por ello hay que ser enormemente selectivo en la idea         que se quiere transmitir.No se puede perder esta oportunidad tratando       temas marginales o menos relevantes.
El orador tiene que ser capaz de ir al núcleo del asunto.
Es preferible centrarse en un solo mensaje que quede claro que abordar distintas ideas que al final sólo produzcan confusión.
Cuando se habla en público hay que ser muy conciso, evitar la dispersión, ya 
que la capacidad de retención del público es limitada.
Para definir la idea clave uno debe tomarse un periodo de reflexión y hasta que 
no esté convencido de la misma no comenzará a desarrollar su discurso.
Esta idea principal se expresa en la introducción (para que el público       sepa cual es la posición que se va a defender), se argumentará durante         el desarrollo y se destacará nuevamente en la conclusión.
El objetivo del orador es que cuando termine su intervención el público 
conozca perfectamente cual es su opinión y los argumentos en los que se basa.


Lección 10
Introducción


La introducción es una parte fundamental del discurso.
Al iniciar la intervención el orador se "juega" el conseguir o no                atención del público.
Si la introducción resulta interesante, atractiva, novedosa, sugerente, y si el orador parece preparado, agradable, entusiasta, entretenido, es posible captar la atención del público, y una vez que se ha conseguido es más fácil mantenerla a lo largo de todo el discurso.
Si por el contrario, el orador no consigue en la introducción         "enganchar" al público, a medida que avance el discurso le va a       resultar cada vez más difícil lograrlo (si el público no ha prestado   atención al principio, es muy complicado que luego pueda captar la    línea argumental, aunque lo intente).
Si la introducción suena a rollo, la voz resulta monótona, no se oye bien, no queda claro de que se va a hablar, la imagen del orador resulta indiferente, etc., es muy fácil que la mente del público empiece a viajar en diferentes direcciones.
Hay mil cosas en las que el público puede entretenerse (este orador se parece a mi vecino; que mal le queda el traje, que corbata más rara, como sesea, que calor hace aquí, ya está el de delante estornudando, etc, etc).
La presentación tiene que ser breve, se trata simplemente de introducir el 
tema que se va a tratar; ya habrá tiempo más adelante para desarrollarlo.
En la introducción tiene que quedar muy claro el asunto que se va a abordar y la opinión del orador sobre el mismo.
Si el discurso va a ser extenso, en la introducción se debe presentar un 
pequeño guión indicando los distintas partes de la exposición.
La introducción se tiene que preparar a conciencia.
Hay que ser capaz de exponerla sin recurrir a fichas de apoyo (aunque      se lleven preparadas) ya que gana en espontaneidad.
Además, es al comienzo de la intervención cuando los nervios están     más a flor de piel, por lo que una buena preparación ayuda también a dominarlos.
La introducción debe empezar con entusiasmo, con energía. Marca la línea 
que debe seguir el resto de la intervención.
Por último, indicar que la introducción debe comenzar con un saludo a los 
asistentes, agradeciéndoles su presencia; también se dará las gracias a los organizadores del acto por la invitación.
Si alguien ha intervenido antes se le dedicarán unas palabras de 
reconocimiento (aunque haya sido un auténtico petardo).